EL ACOMPAÑAMIENTO DEL ENFERMO |
Nos hacen falta sanadores entregados a su misión fundamental, a su ética y moral, a su amor incondicional. Nos hacen falta sanadores sensibles, compasivos, comprensivos ante el dolor de los demás. Son necesarios para corregir el rumbo equivocado de la humanidad. Es el rumbo equivocado el origen del sufrimiento, el dolor y la maldad; al igual que la ignorancia, es causante de vivir en el error. Hacen falta sanadores que instruyan, orienten y enseñen al doliente sobre la esencia pura latente en ellos. Este es nuestro círculo de sanadores. Quieres estar en el?.
EN ESTE CÍRCULO HAY UN LUGAR PARA TI |
Todos somos sanadores, o por lo menos, podemos ser. Un sanador es todo hombre o mujer que se prepara y adquiere la capacidad de curar. Curar es el don que se siente en lo más profundo del ser, es una vocación, es una pasión, es un deseo profundo de querer ayudar. Para ayudar, solo ocupas de tu persona, no ocupas de la universidad. No te preocupes de no ser médico, puedes serlo o no serlo, si lo eres, busca tu vocación como la estoy explicando. Pero que mejor que no lo seas, porque el título nobiliario que ostentas como médico, puede hacer que se te cierre el camino. ¿conoces acaso algún profesional de la salud que reúna los requisitos de un buen sanador?. Los verdaderos sanadores son hombres y mujeres común y corrientes, muchos de ellos no tienen ni educación escolar. Lo único que tienes que tener es el deseo apremiante de querer ayudar a los demás y aprender, eso es todo.
LA VOCACIÓN |
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