La máxima más famosa de la antigüedad "conócete a ti mismo" (gnothi seauton), escrita en el frente del templo de Apolo en el horáculo de Delfos; sigue estando vigente hasta la actualidad. Cuando se pretende dedicarse a una tarea tan noble como la de sanador (o cualquier otra en el mismo sentido), es de capital importancia el tomarla en consideración.
La fama de ésta frase se esparce en la obra de numerosos autores griegos, pero sin duda, es Platón al que se le debe su mayor difusión, al utilizarla en varios de sus diálogos como un llamado a la filosofía. Sócrates en un par de ocasiones, hace un llamado a primero ocuparse de si mismo antes de penetrar en otros misterios de la vida o de los dioses.
En el libro sobre los grandes iniciados de la antigüedad, Edouard schuré atribuye a los pitagóricos la frase: "Conócete a ti mismo y conocerás a Dios y el Universo"; Los que quieran conocer a Dios, seguirán el "el camino místico". Los que quieran conocer el Universo, seguirán el "camino científico". La información está para sendos caminos, solo necesitas "saber".
"A todos los hombres les está concedido conocerse a si mismos y ser sabios" (Heráclito). La sabiduría nos enseña que el ser humano es el lugar donde el cosmos puede tomar plena conciencia de sí. Tengamos consciencia del cosmos a través de la ciencia o tengamos consciencia a través de la mística, pero tengamos consciencia. Tener consciencia es "saber".
Qué es lo que tienes que saber?. Tienes que saber muchas osas, "muchos misterios" (como lo menciona Sócrates); pero lo primero es lo primero, primero: "Conócete a ti mismo". Autoconocimiento es la base fundamental. No solo te ayudará a ti mismo, estarás listo para ayudar a los demás. Nos vemos en la próxima lectura. Insisto: necesito seguidores (solo tengo tres). De no crecer el grupo, no crecerá el saber.